Con la Estación General Anaya concluí la información recabada por un servidor de las primeras estaciones de la L1 de Metrorrey.
Para quienes acostumbran a utilizar este medio de transporte quizá no observan algunos de los atributos con los que cuentan estas estaciones.
Es obvio que su principal característica es que son subterráneas.
Pero hay más. Cada una de estas cuentan con un diseño arquitectónico diferente a las demás. Los accesos a nivel banqueta para nada son simples agujeros.
Salvo la Estación Alameda, los vestíbulos se encuentran en nivel distintos de los andenes.
Sin embargo, en dicha estación como cualquier otra estación del Sistema Metrorrey el pasillo para cambiar de andén se encuentra integrado a los andenes.
Esto último permite cambiar de andén sin tener que pasar por los torniquetes por que habría que pagar de nuevo.
Algunos sistemas cuentan con estaciones que, aunque son subterráneas tiene características operativas de trenes para muy baja capacidad, tal como se muestra en el siguiente croquis:
En aras de construir una línea con mayor longitud y más estaciones, quienes dirigieron la construcción de la primera etapa de la L2 pudieron haber seguido dicho modelo de estaciones.
El túnel hubiera sido menos profundo y por tanto con paredes de menor resistencia.
Así mismo no hubieran invertido en escaleras electromecánicas.
Que bien que se decidieron por los diseños como mandan los cánones, bellos. bien hechos y funcionales.
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